Benita Asas (1931) "...las mujeres de España hemos llegado a la mayoría de edad psicológica. Somos conscientes. Repudiamos las intromisiones en nuestras conciencias. No vivimos de pensamientos prestados. Nos poseemos a nosotras mismas".

Memorando Comisión Constitucional de las Cortes, en apoyo del sufragio de las Mujeres.

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25 DE NOVIEMBRE

25 DE NOVIEMBRE
AUTOR: JAVIER MARTÍN "INVEX"

jueves, 30 de junio de 2011

PREMIO CONCURSO DE CORTOMETRAJE JUVENIL



El jurado, compuesto por los profesionales del Equipo de Promoción de la Lectura del Centro Internacional del Libro Infantil y Juvenil, de la Fundación Germán Sánchez Ruipérez,  ha examinado las 8 propuestas que se han presentado en la sección oficial, procedentes de dos provincias: León y Salamanca.
Se destaca la imaginación, ilusión, esfuerzo y dedicación de todos los participantes, así como el hecho de que prácticamente todas hayan sido escritas, rodadas, interpretadas y montadas por jóvenes de entre 12 y 18 años.
El jurado ha tomado la decisión final por unanimidad, tras las valoraciones oportunas de todos sus miembros, para todos los premios.
  • MEJOR CORTOMETRAJE
M.I.A. (Stop motion), de María Morín
Por su guión, excelente montaje, exquisito gusto musical, temática abordada y originalidad en el discurso narrativo.


miércoles, 22 de junio de 2011

La Plataforma se concentra hoy en el cierre del curso de la UPP

PALENCIA Y SU GENTE
22.06.11 - 00:36 -
JAVIER GARCÍA ESCUDERO |

Final del formulario
La UPP no es otra cosa que la Universidad Popular de Palencia, para aclaración y guía de los menos familiarizados con las siglas. Y la UPP celebra hoy el fin de curso con una fiesta en la plaza de San Francisco. Toda una cita anual que se iniciará a las 19 horas y que concluirá pasada la medianoche, para satisfacción de sus aalumnos y de cuantos se sientan atraídos.
Actuaciones de música, teatro, algunos toques literarios y una cena compartida son los únicos ingredientes de este encuentro, que felizmente se mantiene en este tiempo de mudanza y recortes. Y conviene subrayarlo para que se diga también que hay algo que funciona, que tiene pasado y presente y que debe tener futuro.
La Universidad Popular de Palencia no ha tenido una trayectoria fácil, y sus programas de educación de adultos no siempre han contado con el beneplácito y el apoyo expreso de las administraciones públicas. Por eso gusta que ahora haya podido terminar un nuevo curso y que resulte posible el inicio de otro el próximo octubre, que sus clases sigan concitando el interés de hombres y mujeres que gustan aún de aprender o que han encontrado en la UPP la mejor manera de combatir una soledad que les oprime.
La UPP es eso y mucho más, y los alumnos así lo expresan también en esta cita anual que a finales de junio convocan en la recoleta plaza de San Francisco, porque tienen motivos de celebración y lo saben, y también porque lo quieren manifestar abiertamente aprovechando que el verano ha llegado y que se acerca la noche mágica de San Juan.
Claro que no todo es alegría. La plataforma contra los malos tratos a las mujeres, en la que también se integra la UPP, quiere aprovechar el encuentro para evidenciar de nuevo esta lacra. Treinta sillas vacías representarán a las treinta mujeres que han muerto ya en este año a consecuencia de la violencia machista. Un grito desgarrador se abre un hueco para decir de nuevo basta y para que se sepa que aún en los buenos momentos de fiesta hay un recuerdo para esas víctimas.

CONCENTRACIÓN

HOY NOS VEMOS EN LA PLAZA DE SAN FRANCISCO A LAS 20 h.

TE ESPERAMOS.

NI UNA VÍCTIMA MÁS, NI UNA MUJER MENOS

MANIFIESTO JUNIO 2011

NO MÁS VIOLENCIA CONTRA LAS MUJERES:
NI UNA VÍCTIMA MÁS NI UNA MUJER MENOS

30 mujeres han sido asesinadas en lo que va de año por sus parejas o exparejas. Además, otras 5 personas, familiares de víctimas de la violencia machista, han sido también asesinadas, víctimas de esa misma violencia de género, dos de ellas menores.

En los dos últimos meses al menos dos mujeres han ingresado con heridas graves en Urgencias también aquí en Palencia, víctimas de esta misma lacra social: la violencia de género.

No nos cansaremos de decir que:

El maltrato no es cuestión de estatus económico, de lugar de nacimiento, de ideología. Es un problema estructural, que arrastramos en todas las sociedades por la educación machista y androcéntrica que decidió que la mujer era inferior al hombre y como tal se nos sigue tratando: producto de consumo, objeto de compañía, de servicios varios, vendedoras de cualquier elemento y un largo etcétera, que resulta normal para la mayoría de la sociedad.

Por ello seguimos denunciando que,

Las medidas de protección para las víctimas de la violencia de género son aún insuficientes. Ni la orden de alejamiento (en la mayoría de las ocasiones únicamente se prohíbe al maltratador acercarse a 200 o como mucho 500 metros de su víctima) ni el resto de las medidas previstas, son suficientes para impedir que los maltratadores, a pesar de haber sido ya denunciados por maltrato, acaben asesinando a su víctima. Son necesarios más medios de protección a las mujeres y más vigilancia a los maltratadores.

Seguimos viviendo en una sociedad machista, donde se juzga a la víctima en vez de acusar al maltratador. Una sociedad que sigue haciendo públicamente comentarios sobre la víctima en vez de apuntar con el dedo al maltratador. Una sociedad que incluso está retrocediendo en el reconocimiento de los derechos de las víctimas y donde sigue faltando una verdadera condena social y moral hacia los maltratadores.

Este machismo estructural se manifiesta también en una realidad que cada día nos afecta más como mujeres: cuando hay que hacer recortes, lo primero que se recorta son las políticas que favorecen a las mujeres y que tratan de potenciar la igualdad de oportunidades real. Así en los últimos seis meses, hemos asistido a la inaceptable eliminación del Ministerio de Igualdad, la reforma de las pensiones, la reducción del gasto público, la reforma de la negociación colectiva, el recorte de gastos sociales como los derivados de la aplicación de la Ley de Dependencia. Medidas que una vez más, sufrimos en mayor medida las mujeres.

Actualmente en nuestro país 1 de cada 4 mujeres mayores de 65 años esté bajo el umbral de la pobreza. España es el cuarto país de Europa en porcentaje de mujeres excluidas del mercado de trabajo por tener que cuidar de hijos y familiares dependientes.

La inferioridad de condiciones laborales de las mujeres generadora de la minoración en las pensiones, no es cosa del pasado. Las tasa de cobertura de las mujeres actualmente en situación de desempleo, es 5 puntos inferior a la de los hombres en igual situación. Además, son mayoría entre las personas perceptoras de prestaciones asistenciales más bajas.

La última de las reformas aprobada por el Gobierno: la reforma de la negociación colectiva, también afectará más a las mujeres trabajadoras, que son quienes mayoritariamente trabajan en empresas pequeñas, con contratos precarios y menos posibilidades que quienes trabajan en grandes empresas de negociar una mejora de sus condiciones laborales.

Esta es la realidad que nos toca vivir a las mujeres y que nos hace más vulnerables y más expuesta a  los malos tratos y a la violencia sexual intrafamiliar y/o laboral. Esta es la realidad que hemos de cambiar para acabar con la lacra de la violencia contra las mujeres. Sólo con igualdad real de derechos y oportunidades podremos conseguir un mundo sin violencia donde las mujeres vivamos en paz.

Palencia, junio de 2011

lunes, 20 de junio de 2011

Victoria histórica para las trabajadoras del hogar

Primer plano de Marieke Koning (CSI- Igualdad)

CSI EnLínea): La 100ª sesión de la Conferencia Internacional del Trabajo acaba de aprobar este 16 de junio un Convenio, acompañado de una Recomendación, sobre el trabajo decente para los trabajadores/as del hogar.

Este adelanto fundamental es el fruto de años de luchas llevadas a cabo por los sindicatos y las asociaciones de trabajadoras del hogar del mundo entero, así como por el grupo de trabajadores en el seno de la OIT. Marieke Koning, especialista de la CSI en cuestiones de igualdad de género y trabajo doméstico, detalla el contenido de estas nuevas normas internacionales que sacan de la sombra a más de 100 millones de trabajadoras del hogar de todo mundo.
¿Qué cambios supone este Convenio a nivel del estatus de las trabajadoras del hogar?
Este Convenio es verdaderamente una decisión histórica. Algunas trabajadoras del hogar presentes en Ginebra han llegado incluso a decir que marca el fin de la esclavitud moderna. Es en realidad, sobre todo, su reconocimiento como trabajadoras, como seres humanos de pleno derecho, y se trata también de una señal de respeto hacia un trabajo tradicionalmente realizado mujeres y que está, en consecuencia, mal pagado y devaluado.
El Convenio confiere por tanto también el derecho a los millones de trabajadoras del hogar de disfrutar de los derechos reconocidos a los trabajadores en general. Hasta ahora, la mayoría de las trabajadoras del hogar pertenecían a la denominada economía informal. Una vez ratificado, este Convenio tiene el potencial de sacar a millones de trabajadoras de la economía informal y proporcionarles un empleo formal.
¿Qué aspectos concretos de las condiciones de vida y de trabajo son abordadas por el Convenio?
El Convenio reconoce en primer lugar el derecho de las trabajadoras del hogar a organizarse en sindicatos, lo cual sigue estando hoy en día prohibido en muchos países. Este cambio debería permitirles negociar y tener mejores condiciones de trabajo.
Las condiciones de trabajo son igualmente abordadas en diferentes textos. El número de horas de trabajo, por ejemplo, no se define con exactitud, pero se estipula que las trabajadoras del hogar tienen que recibir el mismo trato que cualquier otro trabajador y desempeñar por tanto el mismo número máximo de horas de trabajo, de horas suplementarias, etc. que el previsto por la legislación nacional. Por otra parte, las horas que pasen en stand-by (espera) están reconocidas como horas de trabajo.
El Convenio otorga también a las mujeres el derecho a beneficiarse de una licencia por maternidad, y todas las trabajadoras del hogar deberán a partir de ahora disponer de un día de descanso semanal. También les da derecho al salario mínimo en los países donde éste exista, como es el caso para cualquier otro tipo de trabajadores. La igualdad de trato con respecto a los trabajadores en general es realmente un punto muy importante de este Convenio, derivado del hecho que, de ahora en adelante, los trabajadores/as del hogar deban ser reconocidos/as como trabajadores/as en todas las legislaciones laborales del mundo.
El pago en especie también ha sido discutido. Deberá ajustarse a las normas nacionales y estar muy limitado, sujeto a unos criterios muy claros. La Recomendación estipula por ejemplo que no podrá cubrir la compra y la limpieza del uniforme.
¿Estas nuevas normas internacionales ofrecen protecciones específicas a los trabajadores/as del hogar migrantes?
Sí. Los trabajadores y trabajadoras del hogar migrantes deberán por ejemplo firmar un contrato por escrito en el que se especifiquen sus condiciones de contratación antes de abandonar su país, y este contrato será aplicable en el país de destino. Ellos/ellas tendrán el poder de decidir si quieren residir o no en su lugar de trabajo. Se estipula claramente también que la trabajadora del hogar no está obligada a permanecer en el domicilio de su empleador durante sus días de descanso semanal o anual. El texto prevé igualmente una regulación muy estricta de las agencias de contratación, así como la obligación de establecer medidas para evitar los abusos. Los honorarios de las agencias ya no pueden, por ejemplo, deducirse del salario de la trabajadora del hogar.
A partir de ahora los empleados migrantes también deberán poder conservar sus documentos de viaje y de identidad en el país de destino. Esto constituye un elemento fundamental, puesto que el empleador o la agencia de colocación de trabajadoras del hogar migrantes confisca a menudo los documentos de identidad para tener a los trabajadores controlados durante el tiempo que permanezcan en el país de destino.
¿El texto también aborda el trabajo infantil? ¿Se exige una edad mínima? El texto del Convenio hace referencia a los Convenios 138 (1) y 182 (2) de la OIT. Estipula asimismo que los niños menores de 18 años que sean empleados como trabajadores del hogar (y con una edad superior a la edad legal para trabajar), deberán imperativamente tener acceso a una forma de educación o de formación. La Recomendación impone más restricciones al trabajo infantil y prohíbe concretamente el trabajo nocturno.
Un punto contencioso importante era el acceso de la inspección de trabajo al lugar de trabajo de las empleadas del hogar, puesto que se trata por lo general de domicilios privados...
Los inspectores de trabajo tienen a partir de ahora derecho a presentarse en los domicilios privados donde estén empleados los trabajadores/trabajadoras del hogar. Existen varias referencias a esta nueva regla tanto en el Convenio como en la Recomendación.
Determinados diplomáticos que estuvieron implicados en escándalos relativos al uso de "esclavos del hogar" consiguieron quedar impunes gracias a su inmunidad diplomática. ¿Las nuevas normas abordan este problema?
Un pasaje de la Recomendación hace referencia al personal diplomático y estipula que determinados códigos de conducta deberán impedir las violaciones de los derechos de las trabajadoras del hogar empleadas por este tipo de empleadores, y que, en caso de problemas, deberán encontrarse soluciones por la vía bilateral, regional y multilateral.
¿Cuál ha sido el rol de los sindicatos en la adopción de este Convenio y de esta Recomendación?
Los sindicatos y las propias trabajadoras del hogar han realizado un trabajo magnífico, han hecho campaña en el mundo entero. Estos últimos doce meses en particular, los sindicatos han movilizado a sus afiliadas para que se pongan en contacto con los empleadores y los Gobiernos y negocien la adopción de este Convenio y de esta Recomendación. Algunos sindicatos llevan ya años activos al respecto. Han intentado organizar a las trabajadoras del hogar, o al menos establecer contacto con ellas de alguna manera.
Visto el apoyo que los Gobiernos y empleadores nos han brindado para la adopción de estas nuevas normas, y visto su apoyo a las enmiendas que les hemos sugerido, considero que la acción de los sindicatos ha sido muy eficaz.
¿Cómo explicar que han sido necesarias 100 Conferencias Internacionales del Trabajo para que se adoptara un nuevo Convenio?
Hace 50 años, ya se estuvieron llevando a cabo discusiones en la OIT sobre el reconocimiento de los trabajadores del hogar y de sus derechos, pero en muchos países el trabajo doméstico está considerado como un trabajo típicamente femenino. Tradicionalmente es un trabajo devaluado y, a menudo, ni siquiera está reconocido como un trabajo. A principios de la década de 2000 las cosas seguían más o menos igual pero, aunque haya llevado mucho tiempo, las mentalidades han ido cambiando a lo largo de los últimos diez años. El giro principal tuvo lugar en 2008, cuando el Consejo de Administración de la OIT incluyó el trabajo decente para los trabajadores del hogar en el programa de la Conferencia Internacional del Trabajo, con el objetivo de que se adoptaran unas normas internacionales. La lucha de los movimientos de trabajadoras del hogar a favor de sus derechos es una de las grandes fuerzas que originaron esta decisión. A continuación fueron los propios trabajadores los que siguieron el movimiento con la creación de comunidades, la organización de reuniones... Han desempeñado un papel muy importante.
La adopción del Convenio y de la Recomendación era la primera etapa. Ahora quedan muchas otras que superar. Para que los trabajadores y trabajadoras del hogar puedan disfrutar plenamente de los derechos garantizados por estas normas, es necesario que sean ratificadas. De modo que estamos decididos a lanzarnos en una gran campaña de ratificación a largo plazo: convencer a los Gobiernos de que ratifiquen el Convenio, agradecer a todos los que nos han apoyado. Va a ser un proceso largo y difícil, pero estoy convencida de que la adopción de este Convenio, el hecho de haber obtenido una mayoría a su favor, va a cambiar verdaderamente la mentalidad de los empleadores, de los Gobiernos, pero también de los trabajadores. La problemática está ahora sobre la mesa y ahí se va a quedar, ya nadie podrá ignorarla nunca más.
Conviene subrayar, por otra parte, que si bien el Convenio y la Recomendación establecen unas normas mínimas, los sindicatos siempre pueden negociar unas condiciones más favorables.
Si un país no ratifica el Convenio ¿podrá de todas maneras tener algún impacto?

En primer lugar, los Gobiernos han insistido en el hecho de adoptar un Convenio que pueda ser ratificado, lo cual ya es una especie de compromiso de por sí.

Y en segundo lugar, existe a presente un movimiento sindical de una cierta amplitud que lucha por los derechos de los trabajadores del hogar y que ejercerá indudablemente presión sobre los Gobiernos que se nieguen a ratificarlo. Este movimiento va a necesitar apoyo y eso podría tardar años en determinados países, pero el Convenio ha sido adoptado y eso no va a cambiar. Algunos países, como la India, Tanzania y Filipinas ya han aportado una serie de modificaciones a sus legislaciones laborales. Si algunos países empiezan a moverse, otros les seguirán.

Entrevista realizada por Anne-Catherine Greatti y Samuel Grumiau

(1)     Convenio No. 138 de la OIT sobre la edad mínima de admisión al empleo y al trabajo

(2)     Convenio No. 182 de la OIT sobre las peores formas de trabajo infantil

La violencia sexual y las violaciones como armas de guerra

            Desgraciadamente continúa ocurriendo. Son las mujeres de las zonas en conflicto las que peor parte se llevan.
            Libia, Egipto, Bahrein y ahora Siria son las más actuales por la ola de revueltas que ocurren en esos países. Y también por sus creencias. Violar a una mujer en el mundo árabe lleva implícita toda una serie de situaciones para toda su familia como la deshonra y el estigma y si además esa mujer queda embarazada como consecuencia de la violación las consecuencias son todavía mayores y pueden conllevar incluso la muerte a manos de sus propios familiares.
            A las mujeres se las viola no tanto como persona sino para someter a todo el clan o familia al que pertenecen.
            De este modo después de la agresión sexual es la propia familia quienes la rechazan por haberles llevado a una situación de estigma social y, por lo tanto el sufrimiento de estas mujeres va mucho más allá de la propia agresión sexual en sí misma que ya genera mucho sufrimiento.
            Como origen de esta estrategia de guerra siempre aparecen las creencias religiosas que imponen una férrea conducta hacia las mujeres y las niñas. Y por tanto su castidad está intrínsecamente ligada a la posición social de toda la familia. Y eso, los que hacen las guerras, lo saben perfectamente. No en balde son ellos quienes interpretan las normas religiosas.
            Uno de los ejemplos más extremos lo encontramos en los monjes guerreros talibanes que no sólo dictan e interpretan las leyes, sino que además las ejecutan. Y, por supuesto la peor parte se la llevan las mujeres, como ya sabemos.
            El hecho de que no haya habido una clara separación entre el estado y la iglesia y que ambos se confundan en todos los planos, lleva aparejado que las normas se dicten desde la doctrina y no desde la razón. Con esta praxis, nos encontramos con que la sumisión viene por la ley pero a través de lo que ellos consideran “la palabra de dios” para quienes se consideran creyentes.
            Y estas practicas de sometimiento a través de las violaciones y las agresiones no vienen sólo por la parte de quienes ostentan el poder. No. Algunos hombres se creen con derecho de vengarse de su adversario político, vecinal, tribal, etc. a través de sus mujeres y vengarse así de toda la familia y limpiar, de paso, su propio honor.
            En las guerras, revueltas, o conflictos armados, siempre se utilizan como una arma de guerra más para ultrajar al adversario. Sea esté último rebelde o no.
            En este mismo momento miles de mujeres de todo el mundo están sufriendo algún tipo de agresión por su condición de mujeres. ¿Es justo esto? Creo que no y que las autoridades de la Corte Penal Internacional deben ser diligentes en su condena y que esta sea ejemplarizante. De lo contrario nos encontraremos con continuas limpiezas étnicas en donde los campos en los que se combate son los cuerpos de las mujeres. Y eso ya está ocurriendo en estos momentos en muchas partes del mundo. En todas aquellas en donde existe conflicto que no ha de ser necesariamente armado.
            Y volvemos a la eterna situación de desigualdad entre mujeres y hombres y de quienes se empeñan en negarla. ¿Acaso este no es un ejemplo claro de desigualdad impuesta por quienes mayor capacidad de influencia social siguen teniendo como lo son las religiones?, ¿Acaso no se siguen manteniendo las rígidas estructuras androcéntricas gracias a quienes predican desde las iglesias, las mezquitas o las sinagogas y templos de todo tipo?
            Ahora, seguramente aparecerán estrategas de otras partes del mundo minimizando el efecto de este tipo de actuaciones en Libia, Siria, Afganistán, Egipto, Arabia Saudí, algunas partes de África, etc. y justificándolas como “efectos colaterales” de la propia situación de esa zona en concreto y de sus culturas dominantes. Pero yo me sigo preguntando, ¿No son ya demasiadas zonas en concreto y demasiadas mujeres ultrajadas? ¿Tendríamos la misma reacción si esa situación ocurriera en Europa?
            Bueno la reacción de quienes gobiernan, quizás si sea la misma puesto que hemos de recordar la guerra de los Balcanes en donde ya ocurrió este tipo de tropelías mientras la comunidad internacional se perdía entre discursos grandilocuentes.
Y mientras, entonces y ahora, las mujeres son violadas y tomadas como armas de guerra y sus cuerpos como campos de batalla.
A ellas les arrebatan su voz los hombres que las violan y después los hombres de su familia y el sistema en general. Debemos ser otras quienes la tomemos y denunciemos estas terribles situaciones y exigir justicia y reparación del daño.
Desde este espacio alzo mi voz en ese sentido puesto que no quiero ser cómplice con el silencio que he observado en demasiados ámbitos.
                                   Ontinyent 19 de junio de 2011.
                                   Teresa Mollá Castells
                                   tmolla@teremolla.net