La plataforma por los derechos de
las mujeres integrada por los Colectivos: Asociación de
Mujeres Dolores Ibárruri, Asociación Feminista Albanta, Cátedra de Género, Consejo
de la Juventud ,
Amnistía
Internacional , Asociación de Mujeres Progresistas, Asociación
de Hombres por la Igualdad Codo a Codo, 15M, Partido Socialista, Universidad
Popular de Palencia, Izquierda
Unida , STES, JOC-E,
y personas a título individual, ha
querido reunirse en esta plaza con todas vosotras, con todos vosotros, con un triple
objetivo:
- Realizar un homenaje a Clara Zetkin
- Denunciar la violencia de género que sigue perviviendo en nuestra sociedad
- Reivindicar nuestro DERECHO A DECIDIR
Un
20 de junio de 1933 murió Clara Zetkin, destacada líder histórica de la
socialdemocracia alemana, pero sobre todo, organizadora del movimiento
feminista socialista, que con ella alcanzó unas cotas de desarrollo intelectual
pioneras.
Clara
Zetkin fue fundadora del periódico feminista la Campana, y fundadora también
del suplemento femenino del periódico “espartakista”. En ellos reivindicaba no solo el derecho de
voto femenino, sino los derechos más simples que estaban prohibidos a las
mujeres, como el de poder organizarse sindical y políticamente; ofreció además,
numerosas conferencias sobre el poder de las mujeres y su necesidad de
organizarse. Ella fue quien propuso un “primero de mayo femenino” que tendría
lugar cada 8 de marzo, en memoria de las 129 mujeres que murieron quemadas
mientras hacían huelga en una fábrica de algodón de Nueva York.
Clara
Zetkin promovió que la familia desapareciera como unidad económica y se formara
como unidad moral, donde la mujer sería capaz de promover su propia
individualidad, con iguales derechos jurídicos, sociales y reivindicativos que
el hombre. Aunque por su biografía debería destacar entre las grandes
personalidades del movimiento obrero, ha sido considerada como un personaje
secundario. Tristemente, Clara Zetkin es una víctima más de lo que ella misma
denunció durante tanto tiempo, el doble yugo al que estaban y seguimos estando,
sometidas las mujeres: la opresión del sistema económico, y la opresión
específica de la mujer como tal por el hombre.
Como
consecuencia del modelo patriarcal, las mujeres nos encontramos en desigualdad
en un mundo entendido de manera androcentrista, en el que el rol de género
femenino comporta que las mujeres seamos cosificadas y consideradas por tanto
un objeto material y sexual; y donde nuestra construcción identitaria viene
siempre determinada por latiguillos como “pareja de”, “madre de”. El éxito de
la mujer que el modelo patriarcal vigente ha inculcado, y que desde distintos sectores
políticos se mantiene, es el de que no se llega a ser verdaderamente mujer
hasta que no se ha sido madre y los hijos e hijas ocupan el centro de la vida.
Asimismo,
tenemos que aceptar comportarnos en esa construcción de género que se impone,
con un carácter frágil y dependiente, lo que supone que sean OTROS quienes
decidan nuestro futuro y vida; que sean OTROS quienes por medio de restricciones
a nuestros derechos, y escudándose en leyes penales, determinen que las mujeres
no tengan derecho a decidir sobre su propio cuerpo: es decir, sobre nuestra
vida y el ejercicio de nuestra maternidad. ABORTAR ES UN DERECHO.
En
nuestro país, los poderes públicos encabezados por el Ministro de Justicia, el
señor Gallardón, están maquinando la reforma de la Ley de Salud Reproductiva de
las mujeres. Para imponer una ley retrógrada en la interrupción voluntaria del
embarazo, tendría más sentido que este Ministerio escuchara las voces femeninas,
en lugar de crear una comisión de “expertos” en la que no hay ninguna mujer.
¿Por qué ese empeño en legislar sobre la salud reproductiva de las mujeres? Ya
existe una ley que regula esta cuestión. Es desconcertante, sospechoso y absurdo
que estando el país al borde del colapso, sea precisamente la libertad de las
mujeres lo que sea necesario coartar. ¿Por qué violentar a las mujeres?
Los derechos sexuales y
reproductivos ya quedaron incluidos dentro de los derechos humanos en la Conferencia
de El Cairo sobre Población y Desarrollo en 1994. Por tanto, aquellas acciones
que obliguen a las mujeres a actuar de una determinada manera contra su
voluntad, en su vida reproductiva, violan el derecho a la libertad de las
mismas. Violan por tanto, la democracia.
Además,
esta sociedad patriarcal sigue atenuando el problema social de la violencia de
género, justificando sus causas con comentarios extendidos socialmente sobre la
“provocación” de las mujeres; denominando erróneamente violencia doméstica lo
que es en mayúsculas VIOLENCIA DE GÉNERO; olvidando y relegando, con la excusa
de la crisis, los planes de igualdad y la educación con una perspectiva de
género, necesaria para que se reconozca el derecho a decidir sobre nuestra
sexualidad y nuestro cuerpo.
El
número de víctimas por violencia de género ha sido especialmente crudo en este
último mes, llegando a haber 4 mujeres muertas en menos de 48h. 36 en lo que llevamos de año. El modelo actual
que se perpetúa con el consentimiento de los gobiernos, mata y deja con los
derechos diezmados a la mitad de la población. Por eso, queremos
U Que
el aborto no sea tipificado como delito penal, porque no es un delito, es una
cuestión moral.
U Que
la mujer tenga, tengamos, derecho a decidir libremente sobre nuestro propio
cuerpo
U Que
la interrupción voluntaria del embarazo sea posible con absoluta seguridad en
todas las regiones, en la red de sanidad pública
U Que
vivamos en una sociedad laica, y no sea la religión quien decida e intervenga
en nuestro proyecto de vida.
U Que
se luche contra la violencia de género y se implanten planes efectivos,
asegurando recursos suficientes para ello.
U Que
la educación tenga un enfoque COEDUCATIVO y de género.
U Que
la sociedad sea construida tanto por hombres como por mujeres, y que sea
diversa, donde exista un total respeto a las múltiples formas de vivir el sexo
y la sexualidad.
Porque feminismo significa ir de la
mano en una sociedad igualitaria, y porque queremos que el doble yugo del que
habló a principios del siglo XX Clara Zetkin, por fin desaparezca.
Finalmente queremos hacer un homenaje
simbólico a la muerte roja y silenciosa de las mujeres que han sido, una vez
más, víctimas de la incongruencia del discurso imperante: machista, retrógrado
y violento. Nuestras manos rojas significan y dignifican la huella de estas
mujeres asesinadas por el hecho de ser mujer.
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