Benita Asas (1931) "...las mujeres de España hemos llegado a la mayoría de edad psicológica. Somos conscientes. Repudiamos las intromisiones en nuestras conciencias. No vivimos de pensamientos prestados. Nos poseemos a nosotras mismas".

Memorando Comisión Constitucional de las Cortes, en apoyo del sufragio de las Mujeres.

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25 DE NOVIEMBRE

25 DE NOVIEMBRE
AUTOR: JAVIER MARTÍN "INVEX"

miércoles, 22 de junio de 2011

MANIFIESTO JUNIO 2011

NO MÁS VIOLENCIA CONTRA LAS MUJERES:
NI UNA VÍCTIMA MÁS NI UNA MUJER MENOS

30 mujeres han sido asesinadas en lo que va de año por sus parejas o exparejas. Además, otras 5 personas, familiares de víctimas de la violencia machista, han sido también asesinadas, víctimas de esa misma violencia de género, dos de ellas menores.

En los dos últimos meses al menos dos mujeres han ingresado con heridas graves en Urgencias también aquí en Palencia, víctimas de esta misma lacra social: la violencia de género.

No nos cansaremos de decir que:

El maltrato no es cuestión de estatus económico, de lugar de nacimiento, de ideología. Es un problema estructural, que arrastramos en todas las sociedades por la educación machista y androcéntrica que decidió que la mujer era inferior al hombre y como tal se nos sigue tratando: producto de consumo, objeto de compañía, de servicios varios, vendedoras de cualquier elemento y un largo etcétera, que resulta normal para la mayoría de la sociedad.

Por ello seguimos denunciando que,

Las medidas de protección para las víctimas de la violencia de género son aún insuficientes. Ni la orden de alejamiento (en la mayoría de las ocasiones únicamente se prohíbe al maltratador acercarse a 200 o como mucho 500 metros de su víctima) ni el resto de las medidas previstas, son suficientes para impedir que los maltratadores, a pesar de haber sido ya denunciados por maltrato, acaben asesinando a su víctima. Son necesarios más medios de protección a las mujeres y más vigilancia a los maltratadores.

Seguimos viviendo en una sociedad machista, donde se juzga a la víctima en vez de acusar al maltratador. Una sociedad que sigue haciendo públicamente comentarios sobre la víctima en vez de apuntar con el dedo al maltratador. Una sociedad que incluso está retrocediendo en el reconocimiento de los derechos de las víctimas y donde sigue faltando una verdadera condena social y moral hacia los maltratadores.

Este machismo estructural se manifiesta también en una realidad que cada día nos afecta más como mujeres: cuando hay que hacer recortes, lo primero que se recorta son las políticas que favorecen a las mujeres y que tratan de potenciar la igualdad de oportunidades real. Así en los últimos seis meses, hemos asistido a la inaceptable eliminación del Ministerio de Igualdad, la reforma de las pensiones, la reducción del gasto público, la reforma de la negociación colectiva, el recorte de gastos sociales como los derivados de la aplicación de la Ley de Dependencia. Medidas que una vez más, sufrimos en mayor medida las mujeres.

Actualmente en nuestro país 1 de cada 4 mujeres mayores de 65 años esté bajo el umbral de la pobreza. España es el cuarto país de Europa en porcentaje de mujeres excluidas del mercado de trabajo por tener que cuidar de hijos y familiares dependientes.

La inferioridad de condiciones laborales de las mujeres generadora de la minoración en las pensiones, no es cosa del pasado. Las tasa de cobertura de las mujeres actualmente en situación de desempleo, es 5 puntos inferior a la de los hombres en igual situación. Además, son mayoría entre las personas perceptoras de prestaciones asistenciales más bajas.

La última de las reformas aprobada por el Gobierno: la reforma de la negociación colectiva, también afectará más a las mujeres trabajadoras, que son quienes mayoritariamente trabajan en empresas pequeñas, con contratos precarios y menos posibilidades que quienes trabajan en grandes empresas de negociar una mejora de sus condiciones laborales.

Esta es la realidad que nos toca vivir a las mujeres y que nos hace más vulnerables y más expuesta a  los malos tratos y a la violencia sexual intrafamiliar y/o laboral. Esta es la realidad que hemos de cambiar para acabar con la lacra de la violencia contra las mujeres. Sólo con igualdad real de derechos y oportunidades podremos conseguir un mundo sin violencia donde las mujeres vivamos en paz.

Palencia, junio de 2011

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