Día por la Igualdad Salarial entre Mujeres y Hombres

El 22-F de 2011 se conmemora por primera vez en este país el Día por la Igualdad Salarial entre Mujeres y Hombres; Día aprobado por el Parlamento Andaluz en 2009 y por el Congreso Español en 2010 a instancia de la Plataforma Andaluza de Apoyo al Lobby Europeo de Mujeres. Fue Dª Elena Valenciano Eurodiputada socialista en 2007, la que puso de manifiesto que para igualar el sueldo que percibe un hombre en Europa a lo largo de un año, las mujeres tendríamos que trabajar hasta el 22 de Febrero del año siguiente, o sea 54 días más, para equiparar nuestro salario al de los varones con la misma categoría profesional.

Esta diferencia salarial, entre otras, parte de los convenios colectivos donde se permite distinta nomenclatura para el mismo puesto de trabajo dependiendo si es mujer o varón. Así mismo, esta diferencia salarial también se produce a través de los pluses, ya sean de nocturnidad, toxicidad, peligrosidad, que normalmente perciben los varones.

A todo esto hay que añadir, en tiempos de bonanza o de crisis, el mayor índice de paro en las mujeres, los contratos temporales, a tiempo parcial, las excedencias por cuidados a personas enfermas o infancia,  todo ello contribuyendo a la reducción del tiempo de cotización de las mujeres con las consecuencias negativas que conlleva para la jubilación.

Con la conmemoración del 22 de febrero, se denuncia la discriminación salarial que soportamos las mujeres, sin embargo hay que profundizar en esta cuestión, ya que no sólo nuestros salarios son más bajos y nuestros contratos más precarios, sino que además seguimos estando infrarrepresentadas en puestos de responsabilidad y gestión, casi sin presencia en la banca e incluso en una notable minoría en todas las reuniones y cumbres sobre economía.

La feminización de la pobreza es un hecho en sociedades “avanzadas y desarrolladas” como la nuestra, las mujeres seguimos siendo excluidas y tratadas como ciudadanas para algunos asuntos, y como niñas tuteladas para otros, y francamente que ocurra esto en el siglo XXI en los países que organizan el Planeta, me preocupa, sobre todo porque ni siquiera se percibe como un problema el que las mujeres por ser mujeres tengamos en la práxis menos derechos, me preocupa que la ciudadanía esté preocupada por la crisis, y buscando culpables y no nos levantemos ante un sistema patriarcal obsoleto que ya está flaqueando también en la gestión económica.

El 22 de febrero, confío en que servirá para que al menos un día al año se hable y se reflexione sobre lo injusto y desproporcionado que es, que las mujeres por el mero hecho de serlo, estemos supeditadas a lo que el patriarcado, en sus diversas formas decide para nosotras.

 

Rafaela Pastor Martínez

Presidenta de la Plataforma Andaluza de Apoyo al Lobby Europeo de Mujeres