En este final del año 2013 las
organizaciones y asociaciones que suscribimos este pacto, constatamos que en el
amplio listado de derechos y avances económicos y sociales que los hombres
trabajadores están reivindicando, aquellos que competen exclusivamente a las
mujeres tienen mucha menos difusión y publicidad. Las protestas de las diversas
ramas de la producción, así como del sector educativo, el sanitario, el
cultural, ocupan cotidianamente las
portadas de los medios de comunicación y provocan la alarma social derivada de
tal estado de cosas. Pero a la vez que las mujeres son víctimas de la situación
económica general, padecen una violencia específica machista, sufren el acoso
sexual en el trabajo y en la calle, son traficadas y explotadas en la
prostitución, están siendo arbitrariamente privadas de la custodia de sus hijos
menores, no perciben las ayudas por la maternidad, el cuidado de los mayores
recae fundamentalmente sobre ellas, las diferencias salariales entre hombres y
mujeres para la misma categoría profesional se perpetúan y se agrandan, el
trabajo a tiempo parcial, los contratos eventuales, en precario y de economía
sumergida son mayoritariamente femeninos. Y sin embargo no se le otorgan a
estas situaciones dramáticas el protagonismo que se merece.
Por ello, todas las organizaciones feministas y las
asociaciones de mujeres que suscribimos este pacto.
DENUNCIAMOS:
Que en este mes de noviembre de 2013, 45 mujeres han
sido asesinadas por sus compañeros sentimentales, según datos oficiales,
mientras 4 más están siendo investigadas para incluirlas en esta macabra
contabilidad. Según una costumbre, cuya causa es encubrir las verdaderas
dimensiones de esta tragedia, la cuenta oficial de las víctimas comienza cada primero
de enero, de tal modo no se publicita que en los últimos treinta años han sido
asesinadas 2.400 mujeres, lo que supone multiplicar por cuatro las víctimas del
terrorismo.
Que las cifras de maltratadas, con la estimación de
2.500.000 anuales, de violadas y acosadas sexualmente, no han disminuido un
ápice en los últimos 30 años.
Que se siguen contabilizando en nuestro país la
espantosa cifra de 500.000 mujeres obligadas a prostituirse, sometidas a toda
clase de violencias, entre las que existe una cifra cada vez mayor de menores,
que no se contabilizan, con la complacencia de las instituciones que debieran
protegerlas y proceder a la abolición de la prostitución.
Que tanto las nuevas legislaciones como la práctica
jurídica están siendo arbitrariamente parciales contra las madres, y en
perjuicio también de los niños, a las que se priva de la custodia de los hijos
menores para entregarla, en muchas ocasiones, a padres maltratadores o
incapaces de cuidarlos.
Que las diferencias salariales para el mismo puesto de
trabajo y rendimiento laboral, entre hombres y mujeres, es del 30%, cuando no
más según la categoría profesional.
Que el trabajo a tiempo parcial, los contratos
eventuales, en precario y de economía sumergida son mayoritariamente femeninos,
con salarios de hambre y sin posibilidad alguna de promoción profesional.
Que el porcentaje de puestos de decisión ocupados por
mujeres, tanto en la empresa privada como en la Administración Pública, no ha
aumentado ni un punto en los últimos diez años, siendo del 12% en el sector
público, y sin porcentaje, por su ínfima incidencia, en el sector privado.
Que no solo no se ha procurado facilitar a las mujeres
la conciliación de la vida familiar con la vida profesional, sino que en los
últimos dos años se han suprimido jardines de infancia, escuelas, residencias
de mayores, trabajadoras sociales, que ayudaban a las mujeres a compatibilizar
las tareas de cuidado con los horarios laborales. Como tampoco se ha facilitado
a los trabajadores atender las necesidades familiares, al extenderse
abusivamente las jornadas laborales sin protección jurídica, con lo que las
madres de menores están penalizadas para poder desempeñar un trabajo
profesional.
Que la cultura que se difunde a través de todos los
medios: cine, televisión, literatura, artículos de prensa, publicidad,
fotografía, teatro, sigue conteniendo arcaicos estereotipos machistas, sin
escándalo alguno ni de la sociedad civil ni de los que la influyen y dirigen,
que jamás mencionan este aspecto de la degradación cultural que padecemos, y
que aumenta ante la indiferencia de las instituciones y de los más prominentes
rectores culturales.
Estos son los puntos fundamentales de las graves
injusticias que están padeciendo en este momento las mujeres españolas. Por ello
nosotras planteamos la urgencia de establecer un PACTO FEMINISTA entre todas
las asociaciones feministas, las organizaciones de mujeres y las mujeres y los
hombres de buena voluntad, para exigir las siguientes,
REIVINDICACIONES.
La modificación de la legislación penal, en el sentido
de que se adopten medidas que protejan eficazmente a las mujeres de la
violencia machista.
Modificar la legislación contra el
tráfico de mujeres y menores con fines de explotación sexual, de modo que sea
eficaz en la represión de esos delitos, hoy completamente inoperante.
Que se apruebe legalmente la abolición
de la prostitución y se tomen las medidas adecuadas para reinsertar a las mujeres que la ejercen en el trabajo
asalariado y la vida civil.
Introducir en la legislación penal el
delito de apología de la violencia machista y de la denigración de las mujeres
y el odio sexista.
Perseguir eficazmente el acoso sexual y
el trato despectivo y denigratorio de las mujeres en el trabajo y en la calle.
La dotación de medios y la formación
adecuada de la policía y de jueces y personal de la Administración de Justicia,
para que puedan cumplir el mandado constitucional y legal de proteger a las
víctimas, perseguir a los agresores y condenarlos de acuerdo a sus delitos.
Modificar la legislación civil para que la
custodia compartida de los hijos menores sólo se pueda acordar cuando exista
acuerdo entre los padres y se den todas las condiciones adecuadas para ello.
Adoptar todas las medidas necesarias
para que se cumpla a rajatabla la ley que exige la igualdad de salario entre
hombres y mujeres.
Constituir una red suficiente y
adecuada de servicios sociales públicos para el cuidado de menores, mayores y
discapacitados, que permitan a las personas, hombres y mujeres, compatibilizar
el trabajo doméstico con el trabajo asalariado.
Que se adopten las medidas necesarias
para que en las empresas haya una igualdad real entre hombres y mujeres en el
reparto de los puestos de decisión.
Exigir una revisión a fondo de los diccionarios.
Existe en ellos una enorme cantidad de definiciones de términos que denotan una
flagrante visión androcéntrica y machista.
Instaurar la enseñanza del feminismo,
como historia de las luchas de las mujeres y como filosofía social, en todos
los grados de la enseñanza.
Preparar a los maestros, profesores y
catedráticos en la comprensión y conocimiento de lo que es el feminismo.
Controlar la publicidad machista, los
contenidos de desprecio y odio a las mujeres, que se encuentran en tantos productos
culturales, mediante las medidas adecuadas.
PLATAFORMA
FEMINISTA DEL ATENEO DE MADRID
Madrid, 10 de noviembre 2013
No hay comentarios:
Publicar un comentario